Difícil es

Difícil es hallar la congruencia
Entre la razón y la poesía,
Cuando quien habla es el alma mía
Aconsejándole al corazón.

Punto de vista

Hoy al terminar mi jornada laboral me tocó esperar en el carro que mi papá terminara una larga reunión de trabajo. Yo Estaba de mal humor porque no había descansado bien la noche anterior y pues, ya quería irme a mi casa.

Mientras tanto me puse cómoda, tiré el asiento del copiloto completamente hacia atrás y coloqué los pies sobre el tablero para relajarme, tomé mi libro y empecé a leer un poco, pues conociéndolo, sabía que iba a tardar.

Finalmente, al salir del estacionamiento, mantuve la misma perfecta posición, la cual me daba un paisaje completamente diferente a la que diariamente tenía camino a casa, ese que se hacía interminable.

Un atardecer precioso, como siempre nos lo regala Panamá. El contraste del cableado eléctrico con los distintos colores del cielo siempre me ha parecido fascinante, los inmensos edificios intentando alcanzar las nubes y a la vez, ese interminable tráfico no lo sentía tan pesado después de todo.

Tenía tanto tiempo sin disfrutar de ese momento que nos parece tan común pero a la vez es tan complejo e infinito. 
Cuantas bellezas como ésta me habría perdido por ir con la mirada atada a mi celular?
Cuantas poesías he dejado escapar por tener la mente enfrascada en situaciones que parecen problemas?
 Cuantas preciosas canciones he dejado de escuchar por no bajarle el volumen a mis tortuosos pensamientos? 

Me he dejado consumir por el día a día.

Me di cuenta de que caer en la rutina depende totalmente de nosotros, 

Cambiar nuestra situación no siempre trata sobre la ubicación tiempo y espacio. 

Si alzamos la mirada, tal vez podríamos encontrar un respiro, una respuesta,

Un nuevo punto de vista.

Lo que me enamora

Me gusta lo difícil,
Me encanta el reto.
Me seduce lo inasequible,
Me atrae lo inquieto.
Me excita lo intangible
Me inspira lo incierto.
Me enamora la utopía,
Me llena lo imposible,
Me encanta lo despierto

Mientras tanto,
Me da igual el resto.

En esta tarde lluviosa...

En esta tarde lluviosa
que no te tengo amado mío,
con esta profunda nostalgia
y acelerado latido,
el sentimiento sombrío
que se aferra y no se marcha,
mi fortaleza lo tacha
con esta copa de vino.

Permítete

Permítete equivocarte
Permítete angustiarte
Permítete culparte
Permítete temerte
Permítete disgustarte
Permítete llorarte
Permítete desahogarte
Permítete pausarte
Permítete analizarte
Permítete expresarte
Permítete indagarte
Permitete perderte
Permitete explorarte
Permítete estudiarte
Permítete entenderte
Permítete descubrirte
Permítete reconciliarte
Permítete perdonarte
Permítete amarte
Permítete liberarte
Permítete el arte
Permítete.

Tenía tiempo sin sentirme inspirada...

Tenia tiempo sin sentirme inspirada,
tal vez estuve esperando el momento indicado.
Estuve esperando el momento indicado para escribirte,
al fin enfrentarlo, y decirte...

Adiós.

Pensé saberlo todo. Creí haberlo vivido todo.
Pensé sentirme apagada para intentarlo de nuevo.

Solo me importaba yo.

Vivir el aquí y el ahora, disfrutar cada hora,
cada minuto, cada segundo junto a ti
sabía que en unos días ya no podría.
De nuevo sola.

Cada chiste en mi idioma, cada poesía en el tuyo.
He aprendido a leer entre lineas sin esforzarme
a sentir el cariño sin preocuparme.
Tu manera de ver la vida
tu forma de tratar a las personas.

Distintas filosofías, distintas crianzas,
distintas culturas
tantos puntos tan divergentes
en dos corazones convergentes...
Me inspira tu personalidad,
me inspiran tus manías, me inspiran tus historias.
Me inspiran tus fracasos,
tus sueños, tus victorias.
Tus silencios, tus risas,
tus pausas, tus prisas.
Tus vellos, tus besos,
la curva en tu cuello,
Tu alegría, tu enojo,
ese lunar en tu ojo.

Tenía tiempo sin sentirme inspirada,
tal vez estuve esperando el momento indicado.
Estuve esperando el momento indicado para escribirte,
al fin enfrentarlo todo, y decirte...

¿Adiós?

Extraño...

Extraño ciudades que no conozco
Atardeceres que no he visto
Calles que no he cruzado
Caminos que no he recorrido
Platos que no he probado
Fotos que no he tomado
Proyectos que no están listos
Nombres que no he nombrado
Poemas que no he leído
Libros que no he encontrado
Vidas que no he vivido
Lazos que no he atado.

- ...Y fué allí cuando me dí cuenta que, tal vez ya nada era igual.

su sonrisa ya no era la misma, era más por compromiso que por una alegría sincera y espontánea al verme. 

si, me dolió admitirlo y darme cuenta que no era igual.

sus ojos ya no me buscaban,
sus manos no me encontraban.
En fin, ya nada era igual.

-¡¿De verdad?! ¡pero que teatro! ¿te vas a poner así y a penas ha pasado un poco tiempo? 

pero, ¡qué barbaridad! ¡¡Deberías de una vez por todas controlar más tus impulsos y sentimientos repentinos y locos!!.

- No lo se, ¡es como una guerra!

- ¡¡Y es que TÚ no sueles ser así!!.

- Tal vez me sentí demasiado confiada y segura,
pero me frené al sospechar que, ya nada era igual.

- ¿Será que soy yo?,

- ¡A lo mejor necesite espacio!
tal vez está abrumado con muchas cosas y sin querer... sucede ésto que sientes, ¿no crees?

- No lo se, quizá estoy confundiendo sus actitudes.

- O quizás todo sea producto de TÚ imaginación

- Ya ándate y déjame dormir,
   AlterEgo.

Y esta inspiración que allí esta...
con locas ganas de saltar
que no sale pero no cesa. 
Que te busca, que no se aleja 
pero no te encuentra. 
Que le da miedo abrirse
pero no quiere darse por vencida
Aunque esté acostumbrada
a siempre salir herida.

Sentada en el café de un aeropuerto

Y aquí estoy de nuevo...
Sentada en el café de un aeropuerto
Donde los encuentros se hacen fugaces
y los adioses perpetuos.

Esta tristeza profunda
Que no se va, que no cesa
Que solo tu abrazo la arrulla
Y me calma si me besas.

Mientras las millas se convierten en lágrimas
y los besos en tiempo
Anhelando volver a verte
Me mantengo firme a destiempo.

La vida me enseñó el desapego
Que si posees no amas,
Es ego
Pero el simple hecho de pensar
No poder sumergirme más
en el inmenso azul de tus ojos sinceros
Me aterraría el perder esa paz
Tú, mi Philia, Ágape y Eros.

De nuevo contemplo la espuma
Del café sobre mi mesa
Y mi tristeza se esfuma
Tras ésta plena certeza:
La distancia ya no pesa
Pues, nos amamos como locos,
Al derecho y a la inversa.

Sentada en un aeropuerto
Donde los encuentros se hacen fugaces
Y los adioses perpetuos
Con más ganas de tenerte que jamás
Y amándote más que siempre.

tu guapa...